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[Brenda Williams <BRENDAW@elca.org>]

ELCA NEWS SERVICE

19 de mayo de 1998
98-FE-01-DM

La Postura Anti-Embargo de la IELA es Aplaudida en Cuba
por David L. Miller*

    Cuando oficiales de la Iglesia Evangélica Luterana en América (IELA)
entregaron una resolución anti-embargo a la sede del Comité Central del
Partido Comunista en La Habana, Cuba, el mes pasado, se pusieron del lado
de las profundas aspiraciones del pueblo cubano y su gobierno.  El embargo
de 37 años continúa derrumbando la economía de la isla y haciendo estragos
especialmente en los cubanos más vulnerables.
    Los oficiales de la IELA también fueron testigos de una ironía
histórica: El embargo del comercio del gobierno de los EE UU, destinado a
derribar el gobierno de Castro,  por mucho tiempo ha sido contraproducente,
según los líderes eclesiales cubanos.   El embargo es utilizado por el
gobierno de Fidel Castro como "el Niño de excusas," una justificación de
uso múltiple por su fracaso en proporcionar una mayor libertad para su
pueblo o abrir sus puertas a influencias fuera del país.
    La resolución de la IELA fue recibida calurosamente por Silvio
Platero Irola, director asociado del comité central del departamento para
asuntos religiosos.  Fue entregada por una delegación de la División para
la Misión Global de la IELA, que incluyó al Rdo. Will L. Herzfeld, director
asociado, el Rdo. Rafael Malpica-Padilla, director para los ministerios
latinoamericanos, y el Rdo. Karl H. Reko, director de planificación.
    "Estas son muy buenas noticias," indicó Platero Irola, después que
Herzfeld presentó el documento.  "Afirma la solidaridad que existe entre
nuestro países e iglesias."
    La resolución, que fue adoptada unánimemente por la junta de la
División para la Misión Global en el pasado mes de marzo, hace un llamado a
los miembros de la IELA "a abogar por un fin al embargo contra Cuba a
través de medidas legislativas y administrativas, incluyendo una
disminución de las provisiones regulatorias" que obstaculizan la ayuda
humanitaria.  También pidió al Obispo de la IELA H. George Anderson el
comunicar esto al Presidente Clinton y a los miembros del Congreso.
    La acción de la junta es consistente con un pronunciamiento adoptado
por la Asamblea Bienal de la IELA en 1995, que hizo un llamado a la iglesia
a "trabajar activamente hacia la meta de finalizar el embargo
estadounidense contra Cuba ... [y a trabajar hacia] el establecimiento de
relaciones normales" entre los dos países.
    Los luteranos cubanos aplaudieron a la junta por su firme postura.
"La posición de la Iglesia Evangélica Luterana en Cuba siempre ha estado
del lado del pueblo," indicó Miguel Ebanks, Obispo de la iglesia.  "En sí,
hemos estado en contra del embargo desde el principio, ya que es inhumano. 
Les hace daño a las personas aún antes de nacer.  Los padres no cuentan con
la atención médica adecuada ni los medicamentos, como consecuencia, los
niños nacen enfermos."
    A pesar de su tamaño -- sólo 805 miembros -- la Iglesia Luterana
Cubana ha sido líder entre los grupos religiosos de la isla.  El Consejo de
Iglesias en Cuba, un cuerpo ecuménico, ha hablado en contra del embargo,
"pero sólo la iglesia luterana ha hablado contra éste individualmente,"
declaró Ebanks.  Esto cambió en febrero cuando el Papa Juan Pablo II
declaró oficialmente a la Iglesia Católica Romana en contra del embargo y
los estragos que éste inflige en Cuba.
    Señales de estancamiento económico son ubicuas por toda la isla --
carros muy viejos y deteriorados; racionamiento de los alimentos;
carreteras, electricidad, agua, teléfono y sistema de drenaje en pésimas
condiciones; casi una ausencia total de bienes para el consumidor; clínicas
de salud escasamente equipadas que carecen de todo: desde placas para rayos
X y anestésicos hasta una gran variedad de antibióticos.
    En 1997 investigadores médicos de la Asociación Americana para la
Salud Mundial (AAWH) completaron una encuesta bien documentada sobre la
atención de la salud en Cuba.  La organización concluyó que el embargo está
costando un número trágico de pérdidas humanas.  ...[Este] ha cerrado
tantas ventanas que se les ha hecho imposible a los médicos el obtener
máquinas para salvar vidas de cualquier fuente." El reporte de la AAWH
indicó que el Acta Helms-Burton de 1996, en la cual el Congreso de EE UU
amenaza con castigar a corporaciones no estadounidenses que realicen
negocios en Cuba, multiplicó las penurias del cubano promedio.
    El "costo humano" del embargo tiene caras como la de María Jesús
Labrador Sánchez.  Ella vive en tres pequeños cuartos -- 200 pies cuadrados
en total -- en La Lisa, un suburbio de La Habana.  Labrador Sánchez
comparte su pequeña vivienda con ocho gallinas, una cerda con tres cerditos
y su hija de 32 años que nació con el síndrome de Downs.  Ella sobrevive de
su pensión mensual -- 42 pesos, cerca de 2 dólares -- que ella suplementa
haciendo trabajos de costura.
    Para Labrador Sánchez el más profundo sufrimiento que el embargo le
causó se revela en la fotografía enmarcada de una joven.  El marco sobre la
pared está adornado por un rosario de plástico blanco.  "Esta es mi hija
mayor," exclama, señalando hacia la foto. "Ella murió.  No hubo medicina
para salvarla."
    En las calles de La Habana, uno se encuentra con muchos comentarios
altamente críticos sobre las políticas económicas del gobierno de Castro. 
Pero aún los más críticos de su mediocre planificación e ineficacia
reconocen que si Cuba ha de prosperar y volverse más libre, el embargo debe
salir.  En este punto, los cubanos parecen estar completamente de acuerdo
con su gobierno.
    "Once millones de personas son afectadas por este embargo inhumano,
cruel y no cristiano," declaró Platero Irola. "Para nosotros, el embargo es
una terrible violación a los derechos humanos.  Somos un país socialista
como China y Vietnam.  Sin embargo, China recibe la posición más favorable
para el comercio de una nación.  ¿Entonces por qué no mejorar la relación
entre el gobierno de EE UU y nuestro gobierno?"
    "Ustedes no saben cuánto agradecemos que hayan hablado en contra del
embargo," concluyó Platero Irola después de leer la resolución de la IELA.
    Los cubanos y su gobierno son fortalecidos al reunir oposición
internacional al embargo.  La Organización de las Naciones Unidas (ONU)
continúa condenando la política de EE UU.  
    En el pasado mes de marzo la administración Clinton adoptó una
política que permite vuelos aéreos directos con ayuda humanitaria desde los
Estados Unidos.  Los líderes cristianos cubanos permanecen escépticos.
"Temo que el gobierno esté utilizando la ayuda humanitaria como una manera
de evadir preguntas de mayor magnitud sobre la apertura del comercio y el
fin del embargo," indicó Pablo Oden Marichal Rodríguez, secretario
ejecutivo del Consejo de Iglesias en Cuba.
    Marichal Rodríguez pensó en voz alta por qué el gobierno de EE UU no
se da cuenta que su política no sirve a los intereses americanos, una
revelación también expresada por los observadores de los derechos humanos
de la ONU a principios de este año.  Un reporte de la ONU sugiere que los
oficiales cubanos utilicen el embargo como una explicación universal del
por qué no puede existir una prensa libre o políticas económicas y sociales
liberalizadas.
    "El gobierno sostiene que, mientras exista la hostilidad de parte del
gobierno estadounidense, necesitarán continuar las políticas actuales,"
indicó Marichal Rodríguez.
    Los luteranos cubanos oran regularmente por el fin de esta hostilidad
y por la alborada de una era más despejada y prometedora.

[*El Rdo. David L. Miller es editor superior para la revista The Lutheran.]

 
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