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CMI - En nombre de sus iglesias miembros, el CMI aborda


From "Sheila Mesa" <smm@wcc-coe.org>
Date Thu, 16 May 2002 11:39:43 +0200

cuestiones sociales y eticas (Comision Especial, segunda parte)

Consejo Mundial de Iglesias
Cronica, Feat-02-04
Para difusion inmediata
16 de mayo de 2002

En nombre de sus iglesias miembros, el CMI aborda cuestiones
sociales y eticas
La Comision Especial sobre la participacion de los ortodoxos en
el CMI ultima su Informe final (segunda parte)

Vease CMI Cronica, Feat-02-03, del 15 de mayo de 2002

"La Comision reafirmo la funcion del CMI por ser un instrumento
necesario para hacer frente a los problemas sociales y eticos.
Consciente de que esos problemas se plantean en la vida de las
iglesias y de que el CMI, a solicitud de las iglesias, habla en
su nombre y no en su lugar, la Comision afirmo que el metodo
delconsenso permitiria que los organos rectores del CMI abordasen
muchas de las preocupaciones planteadas en relacion con
cuestiones sociales y eticas.". Asi lo declara en su comunicado
de prensa final de la reunion plenaria de la Comision Especial
sobre la participacion de los ortodoxos en el Consejo Mundial de
Iglesias (CMI), que tuvo lugar en noviembre de 2001 en Berekfurdo
(Hungria).  

Con esas plabras, la Comision Especial formulo dos objetivos:
por un lado, afirmo el papel profetico del CMI, y por otro lado,
designo el metodo del consenso como el instrumento adecuado de
toma de decisiones en cuestiones sociales y eticas. Se da a
entender de esta forma que el metodo de consenso y el testimonio
profetico estan estrechamente ligados.  

Mientras que la primera parte de esta serie de aportaciones esta
dedicada a los trabajos de la Comision Especial sobre el metodo
de consenso, las dos contribuciones mencionadas aqui analizan el
papel profetico del CMI.  

Janice Love, de la Iglesia Metodista de los Estados Unidos de
America,  escribe sobre sus experiencias de ninez y juventud
en una familia en Alabama que militaba contra la opresion racial
y fue aislada en su propia comunidad local por su opcion
antirracista. En su contribucion titulada "Digamos la verdad a
los poderosos" habla tambien de la red mundial de solidaridad
cristiana que su familia conocio gracias al Movimiento Ecumenico:
"Nos sentimos acompanados y apoyados por las oraciones, las
declaraciones, la militancia, los recursos y el estimulo de
quienes, en el contexto mas amplio de nuestra denominacion y en
los organismos ecumenicos, entendian que la justicia racial
estaba en el centro del Evangelio.  Para mi era un gran honor ser
uno de ellos.  Su compania en nuestra lucha alli donde viviamos,
por mas insignificante que fuera, fortalecia nuestra
determinacion, nuestro coraje y nos ayudaba a vencer la
soledad en la que viviamos en nuestra comunidad." La contribucion
de Love es un alegato en favor del papel profetico del CMI.  

El Padre Georges Tsetsis del Patriarcado Ecumenico, se une a
ella cuando pone en evidencia la coherencia que existe entre
"doctrina recta" y "accion recta", asi como cuando habla de la
profunda conviccion de que  "la fe debe expresarse en la vida
cotidiana y en todos los aspectos de la sociedad como
"ortopraxia" -como una "accion recta" - que tiene como objetivo
traducir nuestra fe y  nuestra esperanza cristianas en actos
concretos de solidaridad con los que tienen necesidades
espirituales o materiales".  
 
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Digamos la verdad a los poderosos
El papel profetico del Movimiento Ecumenico
Janice Love

El programa de la Comision Especial sobre la Participacion de
los Ortodoxos en el Consejo Mundial de Iglesias (CMI) incluye un
examen del papel profetico de la iglesia y del Movimiento
Ecumenico.  Para muchos ortodoxos, asi como para muchos
cristianos no ortodoxos, el mandato que hemos recibido de decir
la verdad a los poderes de este mundo, que es la esencia del
papel profetico, esta en el centro mismo de lo que entendemos que
somos como cristianos y como iglesias.  Por otra parte, muchos
hombres y mujeres que participan en el Movimiento Ecumenico, y yo
entre ellos, consideramos que esta cuestion tiene una dimension
muy personal.  

En 1959, el Ku Klux Klan (KKK) quemo una cruz frente a la casa
parroquial donde vivia mi familia en el Sur de Alabama.  Tenia
seis anos, y el haber sido testigo de este incidente me marco
profundamente.  Mi padre junto con un pequeno grupo de pastores
era muy activo en la lucha por los derechos civiles.  La mayoria
de ellos ejercia su ministerio en pequenas congregaciones rurales
y todos ellos sufrieron ataques similares coordinados por el KKK.
Estos hombres y sus familias habian actuado en fidelidad al
Evangelio como ellos lo entendian, pero, en un contexto de
prejuicios raciales profundamente arraigados en el Sur de los
Estados Unidos, comprendieron que su trabajo seria controvertido.
 Y muchos se asustaron de las violentas reacciones que habian
provocado los esfuerzos que habian emprendido.  La militancia de
los pastores habia sido estimulada por uno de los dirigentes de
iglesia, pero la jerarquia de la iglesia en Alabama no estaba de
acuerdo con ese tipo de actitudes y castigo a algunos miembros
del grupo por ser demasiado osados.  Por consiguiente, durante mi
infancia y mi adolescencia, como mi familia y otras familias de
pastores no cejaron en su testimonio en favor de la justicia
racial tuvieron que cambiar con frecuencia de parroquia. La
jerarquia los tachaba con frecuencia de "dificiles" y de
inadaptados a nuestras comunidades locales.  

Entretanto, en los anos 1950, el Consejo Nacional de Iglesias de
los Estados Unidos de America comenzo su propio esfuerzo,
importante y controvertido, para promover los derechos civiles en
el pais, particularmente en el Sur. En los anos 1960, la Iglesia
Metodista de los Estados Unidos de America, que habia introducido
en sus propias estructuras la represion racial, emprendio la
tarea de eliminar de su aparato administrativo toda segregacion,.
Sin embargo, solo lo logro oficialmente en 1972. En 1970, siendo
yo una adolescente, me entere de la existencia de otra
organizacion de iglesias, que proclamaba, con audacia, que la
injusticia racial era contraria a la voluntad de Dios, y
respaldaba sus declaraciones, de forma deliberadamente
provocadora, otorgando donaciones a grupos de victimas de la
opresion racial.  Me estoy refiriendo, por supuesto, al Consejo
Mundial de Iglesias  y a su Programa de Lucha contra el Racismo. 
Todos estos esfuerzos se llevaron a cabo en el contexto de las
luchas mas amplias emprendidas por movimientos en favor del
cambio social en los Estados Unidos de America y en el
extranjero, que tuvieron una profunda influencia en mi familia. 

El Evangelio: una buena nueva liberadora y pujante para aquellos
que sufren a causa de la violencia y la opresion
Asi pues, en los anos mas importantes de mi formacion, llegue a
ser consciente de que mi familia, inspirandose en su profunda fe,
habia tomado partido por la verdad hermosa y gozosa de la
plenitud de vida en Cristo, que rechazaban quienes estaban en
nuestro entorno inmediato.  Sin embargo, nuestro aislamiento en
algunos sectores del Metodismo y en las comunidades en las que
viviamos estaba en clara contradiccion con la calurosa acogida de
quienes considerabamos nuestros companeros cristianos en esa
lucha aunque estuvieran distantes.  Nos sentimos acompanados y
apoyados por las oraciones, las declaraciones, la militancia, los
recursos y el estimulo de quienes, en el contexto mas amplio de
nuestra denominacion y en los organismos ecumenicos, entendian
que la justicia racial estaba en el centro del Evangelio.  Para mi
era un gran honor ser uno de ellos.  Su compania en nuestra lucha
alli donde viviamos, por mas insignificante que fuera, fortalecia
nuestra determinacion, nuestro coraje y nos ayudaba a vencer la
soledad en la que viviamos en nuestra comunidad.  

Aunque influida por un contexto particular, mi experiencia
representa una de las innumerables historias similares de
enfrentamiento de los cristianos, en circunstancias sociales
hostiles, con una iglesia profundamente dividida y comprometida. 
Esos cristianos necesitan la solidaridad de otros creyentes que
entienden que el Evangelio es una noticia pujante y liberadora
para quienes sufren a causa de la pobreza, la opresion, la
violencia o el odio.  Es mas, por su propia integridad, los que
no viven en esas situaciones, necesitan permanecer fieles a un
principio basico expresado en el Nuevo Testamento: cuando uno
sufre, todos sufren.  

Los problemas sociales y eticos con que se enfrentan las
iglesias del Movimiento Ecumenico parecen ser actualmente mucho
mas complejos que los que se planteaban en el marco del
movimiento por los derechos civiles y de otras causas por la
justicia social del pasado.  Sin embargo, creo que esta
perspectiva distorsiona la dura realidad de la historia que
muchos de nosotros vivimos.  Por otra parte, a veces olvidamos,
porque nos conviene, las profundas divisiones que habia entre los
cristianos en aquella epoca.  Para quienes habian optado por
desempenar un papel profetico, las respuesta no siempre eran
evidentes, y el peso de la carga no siempre era soportable.  Sin
embargo, de la mejor manera que pudieron, los cristianos hicieron
frente a las controversias orando por que "se encuentre una
salida donde no la hay", como decian muchos estadounidenses
africanos.  

Hoy nos enfrentamos con el mismo desafio fundamental: decir la
verdad a los poderes de este mundo y dar un testimonio profetico
en situaciones de muerte y destruccion.  Aunque expresemos
nuestra obediencia con amor y alegria, siempre ha de ser una
experiencia costosa, como lo ha sido en el pasado.  Cristo no nos
prometio nada diferente.  

El hecho de que la cuestion del papel profetico de la iglesia y
del Movimiento Ecumenico figure en el orden del dia de la
Comision Especial, nos ofrece la oportunidad de examinar los
diferentes enfoques, si lo son, de las tradiciones ortodoxa,
anglicana, viejo catolica, protestante, cuaquera y otras, cuando
se trata de decir la verdad a los poderes de este mundo.  

Ademas, la Comision puede contribuir con sus perspectivas acerca
de como fortalecer los mecanismos ecumenicos destinados a apoyar
a los cristianos y a las iglesias que quieren proclamar la buena
nueva de justicia, paz y amor del Evangelio en situaciones de
muerte, destruccion y desesperanza.  

Lo que hacemos juntos tiene un mayor impacto que lo que hacemos
solos: una ensenanza que aprendi cuando era nina en Alabama.  
________________
La autora, Dra. Janice Love, es profesora de religion y de
estudios internacionales en la Universidad de Carolina del Sur,
en los Estados Unidos.  Es miembro de la Comision Especial y
moderadora del Grupo de Referencia del Decenio para Superar la
Violencia.  Janice Love es miembro de la Iglesia Metodista Unida
de los Estados Unidos de America y fue miembro del Comite Central
del CMI de 1975 a 1998.  

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La voz profetica del Consejo Mundial de Iglesias - Una
perspectiva ortodoxa
Georges Tsetsis

El papel y la voz profeticos del CMI fue una de las principales
cuestiones que se debatieron en la tercera reunion plenaria de la
Comisi on Especial sobre la Participacion de los Ortodoxos en el
Consejo Mundial de Iglesias (CMI), celebrada en Berekfurdo
(Hungria), del 15 al 20 de noviembre de 2001. En respuesta a
una pregunta acerca de si se ha confiado al CMI ese papel, la
Comision dijo claramente que cada vez que el CMI, inspirado por
la palabra de Dios, describe con toda  fidelidad situaciones
actuales que afectan al mundo y reacciona ante ellas, habla y
actua "profeticamente".   

Hablar con voz profetica sobre cuestiones eticas, morales o
sociopoliticas que ponen en peligro la dignidad y hasta la misma
vida de los seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios,
es un deber cristiano que tiene su origen en las Sagradas
Escrituras. Como dice San Pablo, "... el que profetiza habla a
los hombres para edificacion, exhortacion y consolacion" (1
Corintios 14:3). Atendiendo a esta afirmacion biblica, la
Comision Especial senalo que la profecia no es simplemente
cuestion de amonestar, sino tambien de edificar, exhortar y
consolar.  

Desde su fundacion en 1948, el CMI, al mismo tiempo que se
esforzaba por promover la unidad de los cristianos mediante la
investigacion teologica y el dialogo, se ha preocupado tambien
por el destino de la humanidad. Alzo su voz profetica cada vez
que las actitudes y las politicas deshumanizantes amenazaban a la
comunidad humana. Cuestiones relacionadas con la pobreza, los
derechos humanos, el racismo, el desarrollo, la paz y la justicia
que, en las decadas de 1960 y 1970, llegaron a ser aspectos
importantes (y a veces controvertidos) de sus programas ya
estaban en el orden del dia de la Asamblea inaugural del CMI en
Amsterdam. Y las iglesias que participan en el CMI y en el
Movimiento Ecumenico en general se han comprometido una y otra
vez en la lucha contra todo lo que oprime, esclaviza y deforma la
"imagen de Dios":  los hombres y las mujeres que habitan la
oikoumene.  

Hablar sobre la voz o la accion profetica del CMI, como lo hizo
la Comision Especial en noviembre pasado, no es nada nuevo para
los ortodoxos. Ya en una declaracion de 1973, con ocasion del 25
aniversario del Consejo, el Patriarcado Ecumenico destaco
explicitamente el papel profetico desempenado por el CMI en la
tarea de responder a las multiples necesidades de la humanidad.
En la declaracion se alentaba ademas a ese "instrumento
privilegiado" de las iglesias - que participa no solo en el
dialogo teologico sino tambien en la solidaridad mutua- a
persistir en sus esfuerzos y ampliarlos para ir al encuentro de
los seres humanos que sufren, y asi: "por medios visibles e
invisibles, por palabras y obras, por decisiones y actos,
dondequiera y cada vez que sea oportuno, proclamar a Cristo".  

Una recta doctrina y una recta accion

Un estimulo semejante proveniente de la Sede principal de la
ortodoxia mundial no fue una sorpresa. Despues de todo, el propio
termino "ortodoxia", a saber "recta doctrina", esta estrechamente
ligado a la nocion de "ortopraxia", es decir "recta accion". La
exhortacion fue totalmente natural ya que la nocion segun la cual
la fe debe expresarse en la vida cotidiana y en todos los
aspectos de la sociedad como "ortopraxia" -como una "accion
recta" que tiene como objetivo traducir nuestra fe y  nuestra
esperanza cristianas en actos concretos de solidaridad con los
que tienen necesidades espirituales o materiales- es una firme
creencia ortodoxa.  

Demas esta decir que, cuando nos referimos a las "voces y actos
profeticos" en el contexto de nuestra cooperacion en el CMI,
aludimos principalmente a la multitud de iniciativas estimulantes
que tratan de sensibilizarnos con respecto a cuestiones morales,
eticas, sociales, economicas y otras cuestiones conexas que
afectan directamente a la vida de la gente y que acaban por
encontrar su lugar en el programa del CMI, para que sean objeto
de estudio y de una accion subsecuente.  

Ahora bien, a fin de evitar malentendidos y de estar de acuerdo
tanto con la nueva concepcion del entendimiento y la vision del
CMI que tienen las iglesias como con la nueva formulacion de su
Constitucion es necesario aclarar que esa "voz profetica" de
ningun modo pertenece a la "institucion" como tal, sino a la
comunidad que constituye esta institucion, es decir, a las
iglesias que se han comprometido a buscar en el CMI una
"koinonia" de fe y de vida, de testimonio y de servicio, a fin
de cumplir su vocacion comun y avanzar hacia su unidad.   
______________
El autor, Padre Georges Tsetsis, integro la Comision Especial
sobre la Participacion de los Ortodoxos en el CMI hasta fines de
2001. El Dr. Tsetsis fue el representante permanente del
Patriarcado Ecumenico ante el CMI de 1985 a 1999. Antes se habia
desempenado como secretario de Oriente Medio en la Comision del
CMI de Ayuda Intereclesiastica, Servicio Mundial y Refugiados
(CAISMR) y despues como su director adjunto.  

Las fotografias que acompanan esta cronica estan disponibles en
nuestro sitio Web:
http://www.photooikoumene.org/bio/misc/index.html 

Para mas informacion ponganse en contacto con:
Karin Achtelstetter, encargada de Relaciones con los Medios de
Informacion
Tel:  (+41.22) 791.61.53     Celular: (+41) 79.284.52.12

**********
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 342
iglesias, procedentes de mas de 100 paises de todos los
continentes y de la mayor parte de las tradiciones cristianas. La
Iglesia Catolica Romana no es una iglesia miembro pero mantiene
relaciones de cooperacion con el CMI. El organo rector supremo es
la Asamblea, que se reune aproximadamente cada siete anos. El CMI
se constituyo oficialmente en 1948 en Amsterdam (Paises Bajos).
Al frente del personal del CMI esta su Secretario General, Konrad
Raiser, de la Iglesia Evangelica de Alemania.

Consejo Mundial de Iglesias 
Oficina de Relaciones con los Medios de Informacion
Tel: (41 22) 791 6153 / 791 6421
Fax: (41 22) 798 1346
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1211 Ginebra 2, Suiza


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