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Una Cumbre de contrastes


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Date Wed, 02 Oct 2002 16:07:03 -0700

Titulo: Una Cumbre de contrastes
Consejo Mundial de Iglesias
Para difusisn inmediata
1 de octubre de 2002
Una Cumbre de contrastes
Por Mirjam Schubert

Johannesburgo tiene dos caras. Una es Sandton City con sus elevadas torres, 
hoteles de primera, centro comercial de lujo y un centro de conferencias 
por cuyos pasillos, desde el 22 de agosto, se apresuraban los delegados en 
la Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible 
(CMDS). La otra cara, a sslo seis kilsmetros a vuelo de pajaro, es el 
suburbio Alexandra, con las cubiertas de hojalata de sus tugurios apoyadas 
una contra otra. Muchos de los residentes en el suburbio no saben si maqana 
tendran algo para comer.

Fue en Alexandra, no en Sandton, donde un equipo ecuminico que asistis a la 
CMDS se prepars para la Cumbre. Presidido por el secretario general del 
Consejo de Iglesias de Sudafrica (SACC) Dr Molefe Tsele y coordinado por el 
Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el equipo constaba de mas de 60 
individuos de todos los continentes y de una amplia gama de iglesias y 
confesiones. Algunos habman participado en todas las reuniones 
preparatorias (prepcoms). Al visitar el mas antiguo suburbio de Sudafrica, 
el equipo daba una seqal clara: "Los residentes en Alexandra son la gente 
de la que esta Cumbre debe ocuparse", explics el Dr Martin Robra del CMI.

En un servicio ecuminico en Alexandra, los miembros de la congregacisn 
local de la Iglesia Presbiteriana acogieron a sus visitantes de ultramar 
con canciones y danzas. "Me impresions el ambiente alegre y positivo en una 
zona que parece tan desamparada", dijo Miragh Addis, miembro canadiense del 
equipo. "Estamos aqum para que la voz de los que no tienen voz pueda omrse 
en la Cumbre", dijo el Rev. Dr Alan Boesak en su sermsn.

Este fue el objetivo que se fijs el equipo ecuminico. "Creemos firmemente 
que todavma hay esperanza de cambiar el mundo", dijo Shanti Sachithanandam 
de Sri Lanka.

Pero la realidad de la mesa de negociaciones es a menudo compleja, y 
algunos miembros del equipo llegaron con menos optimismo. "No me hacma 
ilusiones sobre el resultado de la Cumbre", dijo Demba Moussa Dembele del 
Senegal.

"El reconocimiento del caracter sagrado de la creacisn y de la relacisn 
espiritual entre todas sus partes": asm describe el equipo la base de su 
compromiso en una declaracisn titulada "Justicia, corazsn de la 
sostenibilidad". Esto entraqa el apoyo a una itica que defienda y realice 
la vida. "Esta itica -sigue la declaracisn- supone el respeto a la 
integridad del cosmos y el compromiso de respetar la dignidad y promover el 
bienestar con y de todos los miembros de la comunidad terrestre."

Esta itica sustentada en la fe, y las imagenes del suburbio Alexandra, 
determinaron los esfuerzos del equipo en Johannesburgo. Muchos miembros del 
equipo se unieron a grupos de trabajo de organizaciones no gubernamentales 
-sobre mujeres, energma, agua, o regiones particulares- en los que las ONG 
compartieron informacisn y se prepararon para hacer presisn. En las 
negociaciones oficiales, que estaban abiertas a las ONG, y en el edificio 
de la conferencia, los miembros del equipo pasaron su mensaje directamente 
a los polmticos: no es posible hablar de desarrollo sostenible sin 
justicia. "La presisn de las ONG sobre los delegados tuvo un efecto 
considerable sobre las negociaciones", informs Henrik Grape de Suecia. 
"Muchos delegados estaban contentos de poder referirse a la sociedad civil 
para dar mas peso a sus argumentos."

Los miembros del equipo dialogaron tambiin con otros participantes e 
intervinieron en las celebraciones del "Foro Mundial de los Pueblos". La 
cumbre de las ONG tuvo lugar en el centro de exposiciones Nasrec, bastante 
lejos de Sandton.  "Para mm, la oportunidad para un intercambio real se dio 
aqum mas que en las negociaciones en el centro de conferencias -dijo la 
estadounidense Jackie Moreau.- Nasrec fue un lugar que nos inspirs e 
inspirs a otros, un lugar propicio para tejer redes que ayuden a trabajar 
en casa."

El equipo ecuminico organizs tambiin dos reuniones: una sobre la deuda 
ecolsgica de los pamses ricos, y otra sobre responsabilizacisn colectiva. 
En este contexto, los representantes de las ONG, de los gobiernos y de las 
empresas respondieron a las preguntas del pzblico y de la prensa. Durante 
un debate de mesa redonda sobre "Un clima de justicia", Karen Lexhn de 
Suecia hizo un llamamiento, suscrito asimismo por el CMI y por 
organizaciones de desarrollo y ayuda de los Estados Unidos, Canada, 
Aotearoa-Nueva Zelandia y Europa.

  "Las organizaciones que trabajan para el desarrollo han despertado y 
reconocido que tambiin ellas deben adoptar una posicisn clara sobre el 
cambio climatico -dijo Lexhn.- Estamos todos unidos al lado de los mas 
pobres y dibiles, que son los mas afectados por el cambio climatico... 
Todos unidos queremos urgir a los gobiernos a que se encaren con las causas 
del cambio climatico con mas rapidez y eficacia."

Durante su permanencia en Johannesburgo, el equipo ecuminico puso especial 
empeqo en contactar con la gente mas alla de la CMDS. Una oportunidad fue 
un servicio de culto sobre el VIH/SIDA en la iglesia anglicana de Cristo 
Rey en Sophiatown, donde Hellen Wangusa de Uganda, miembro del equipo, 
predics el sermsn. Despuis del servicio, los jsvenes de la parroquia 
guiaron a los miembros del equipo por un barrio desde el cual, bajo el 
rigimen de apartheid, miles de personas habman sido expulsadas hacia 
poblados lejanos. Testigos presenciales y jsvenes relataron con palabras y 
canciones la historia de aquel turbulento pasado.

Al final de una semana agotadora, el equipo ecuminico regress a Alexandra 
donde el SACC, el Foro Mundial de los Pueblos y otras ONG habman organizado 
una manifestacisn de solidaridad con los habitantes del suburbio y los 
desposemdos de todo el mundo.

Desde el Estadio de Alexandra, los manifestantes marcharon y danzaron por 
el camino bajo el calor sofocante por las calles estrechas del suburbio 
hasta los amplios bulevares de Sandton, a nueve kilsmetros. "Con esta 
marcha la gente ha podido finalmente salvar la distancia entre Sandton y 
Nasrec", coments Sipho Mtetwa, de Sudafrica. "En el sector pobre, la gente 
acudma para saludarnos, tocarnos y felicitarnos", dijo David Hallman de 
Canada. "Sslo unos pocos se quedaron para ver la manifestacisn tras una 
barrera de la policma." Y Miragh Addis conts que un niqo de Alexandra le 
habma dado las gracias "por ir en manifestacisn por mm".

El resultado de la CMDS fue decepcionante en muchos aspectos. El equipo 
ecuminico laments en particular la incapacidad de las partes negociadoras 
para convenir en unos objetivos o un calendario respecto a la energma. 
Pero, segzn Larisa Skuratovskaya de Russia "tambiin pudimos celebrar 
algunas victorias. Canada, Rusia y China ratificaron el Protocolo de Kyoto. 
Ya no lo esperabamos. Ahora puede entrar en vigor. Tambiin, gracias a las 
protestas masivas de las mujeres, se incluys la estipulacisn sobre derechos 
humanos y libertades fundamentales en los parrafos sobre atencisn de salud. 
Esto significa que podemos impedir que la mutilacisn genital, por ejemplo, 
sea aceptada como 
legmtima." 

Estos logros son modestos. Pero lo que puede celebrarse va mas alla de los 
cambios y las aperturas de lenguaje de los textos aprobados. Como observa 
en su informe sobre la CMDS David Hallman, coordinador del programa sobre 
cambio climatico y oficial del programa en la Iglesia Unida del Canada, 
"Mas alla de las pequeqas victorias en los acuerdos formales, la red de 
contactos tejida y la capacidad promovida entre los grupos de la sociedad 
civil reforzaran los movimientos de resistencia en defensa de la justicia y 
el diseqo de alternativas que puedan llevar verdaderamente a una comunidad 
sostenible."

Mirjam Schubert, periodista alemana, acompaqs al equipo ecuminico durante 
la la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible que se celebrara en 
Johannesburgo (Sudafrica) del 26 de agosto al 4 de septiembre.

Para mas informacisn psnganse en contacto con la Oficina de Relaciones con 
los Medios de Informacisn,  tel: +41(0)22 791 64 21

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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 342 iglesias, 
procedentes de mas de 100 pamses de todos los continentes y de la mayor 
parte de las tradiciones cristianas. La Iglesia Catslica Romana no es una 
iglesia miembro pero mantiene relaciones de cooperacisn con el CMI. El 
srgano rector supremo es la Asamblea, que se rezne aproximadamente cada 
siete aqos. El CMI se constituys oficialmente en 1948 en Amsterdam (Pamses 
Bajos). Al frente del personal del CMI esta su Secretario General, Konrad 
Raiser, de la Iglesia Evangilica de Alemania.

Consejo Mundial de Iglesias
Oficina de Relaciones con los Medios de Informacisn
Tel: (41 22) 791 6153 / 791 6421
Fax: (41 22) 798 1346
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