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CMI: Entrevista con Raiser


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Date Wed, 04 Jun 2003 15:53:10 +0200

Consejo Mundial de Iglesias
Para difusisn inmediata Feat-03-07
4 de junio de 2003

"La protesta de las iglesias contra la guerra ha realizado su papel moral en
la sociedad" 

Cuando terminaron las acciones militares en Iraq, quienes se habman opuesto a
la invasisn militar tuvieron que enfrentarse con la constatacisn de que
-segzn los medios informativos y los militares victoriosos- habma sido un
"ixito". El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rev. Dr
Konrad Raiser,	responde en esta entrevista a las "preguntas crmticas" que se
plantean a organizaciones como el CMI, que se destacaron en el movimiento por
la paz. Se refiere tambiin a la "hoja de ruta" anunciada hacia una solucisn
permanente de dos estados para el conflicto israelm-palestino. 

Pregunta: Como secretario general del CMI, usted habma dicho que la guerra
era "inmoral, ilegal y desaconsejable". Pero la guerra ha sido breve y se ha
presentado como un "ixito", con un mmnimo de muertes. El pueblo iraqum parece
alegrarse por verse libre de un dictador brutal. Ahora, muchos se preguntan
si el CMI va a admitir que estaba equivocado. 

Respuesta: Actualmente hay pocas razones para creer que el pueblo iraqum se
alegra por la forma en que ha sido "liberado". Es un hecho que la guerra fue
breve y "exitosa", al menos en lo que respecta al fin del rigimen de Saddam
Hussein. No obstante, yo mantendrma el anterior juicio crmtico. El ixito
militar no confiere legitimidad moral. 

Segzn los criterios de la itica clasica de la guerra y de la paz, esta guerra
tendrma que calificarse de inmoral. Fue un golpe preventivo, y en modo alguno
un "zltimo recurso". Nadie, ni siquiera la administracisn de los Estados
Unidos, niega que la guerra viols las normas vigentes de derecho
internacional, empezando por la Carta de las Naciones Unidas e incluyendo los
Convenios de Ginebra, por lo que tiene que ser calificada de "ilegal". 

Queda la cuestisn de la oportunidad polmtica de utilizar la fuerza militar
contra Iraq. La principal razsn que se dio fue la acusacisn de que Iraq
posema armas de destruccisn masiva y estaba dispuesto a utilizarlas,
constituyendo asm una amenaza inminente para la paz mundial y para la
seguridad de los Estados Unidos. Hasta ahora, no se ha encontrado ningzn arma
de ese tipo, y aun cuando existieran, no fueron utilizadas. Por consiguiente,
la supuesta amenaza para la seguridad de los ciudadanos estadounidenses no
existis. Asm es que el principal "ixito" de esta guerra ha sido invalidar su
pretendida justificacisn oficial. 

Sigo convencido de que, a la larga, se vera claro que la guerra no ha
resuelto ninguno de los problemas polmticos mencionados como objetivos, y ha
creado una situacisn castica para la que no se ve ninguna solucisn. 

P: Aunque por supuesto hubo vmctimas civiles, parece que su nzmero fue muy
inferior al previsto, y que la "catastrofe humanitaria" anunciada por el CMI
y otras voces no sucedis, y ciertamente no ha habido ningzn "desplazamiento
de personas en gran escala" como el que usted mismo pronostics en una
declaracisn. ?Exageraban las organizaciones como el CMI al alertar sobre las
consecuencias de la guerra?

R: Por supuesto nos alegramos de que, segzn los datos disponibles hasta
ahora, la destruccisn causada por la guerra fue mas limitada que lo que se
prevema. Pero tambiin nos damos cuenta de que las fuerzas de la coalicisn y
los medios informativos han maniobrado para proyectar la imagen de una guerra
"saneada", en la que las vmctimas civiles sean casi invisibles. En cualquier
caso, dado el valor absoluto de toda vida humana a ojos de Dios, creemos que
cualquier guerra es una tragedia humana que no puede ser objeto de medida
cuantitativa. 

Ademas, una de las consecuencias de las guerras con alta tecnologma es que
los efectos destructivos y las muertes, tanto entre la poblacisn civil como
entre los militares, se ponen de manifiesto solo con el tiempo. ?Cuantos
civiles inocentes moriran todavma por culpa de bombas lanzadas en racimo que
no han explotado y de minas antipersonales olvidadas, o por los efectos de
municiones enriquecidas con uranio? Las miles de innumerables armas pequeqas
distribuidas entre la poblacisn durante la guerra seguiran haciendo su
trabajo letal. ?Cuantos niqos moriran a causa de la destruccisn de los
sistemas de conduccisn de agua?  Aunque la reconstruccisn material empiece
pronto, la recuperacisn sicolsgica y social tardara mas, y ello sin hablar de
la pirdida del extraordinario patrimonio cultural de Iraq. 

Es patente y ha sido reconocido incluso por los recientes cambios en la
estructura de mando de los Estados Unidos que la administracisn militar no
estaba preparada y ha sido incapaz de resolver los problemas humanitarios
derivados de la guerra. La exclusisn deliberada, hasta ahora, de
organizaciones humanitarias profesionales, entre ellas el Comiti
Internacional de la Cruz Roja, de los trabajos sobre el terreno para remediar
la situacisn humanitaria castica es inaceptable desde cualquier punto de
vista, maxime cuando se mantiene que esta guerra se hizo para "liberar al
pueblo iraqum".

P: El CMI ha protestado contra las acciones de los Estados Unidos y sus
aliados, pero muchos se preguntan, vista la inefectividad de las Naciones
Unidas, qui alternativas reales existen para hacer frente a los dictadores y
a las violaciones graves de los derechos humanos como las que han tenido
lugar en Iraq durante decenios.

R: Ninguna de las recientes intervenciones militares contra regmmenes
dictatoriales y en situaciones de violaciones masivas de los derechos humanos
ha tramdo soluciones efectivas. Hay una eficiencia aparente a primera vista,
pero la intervencisn militar nunca va a las causas profundas y deja sin
resolver la mayorma de los problemas. La guerra en Iraq no produjo un cambio
de rigimen sino una demolicisn del rigimen sin un cambio constructivo y
sostenible. Las Naciones Unidas podrman ser mucho mas efectivas si gobiernos
como el de los Estados Unidos les permitieran utilizar los instrumentos
polmticos disponibles y les prestaran su apoyo para ello. 

Ademas, la pretensisn de los Estados Unidos de defender los derechos humanos
es invalidada por la selectividad de la intervencisn, ya que, en otros casos,
se estan apoyando o incluso constituyendo regmmenes dictatoriales: recuirdese
el apoyo que tanto Saddam Hussein como Osama Bin Laden recibieron
anteriormente del gobierno de los Estados Unidos. 

P: Antes de esta conversacisn e incluso durante ella ha criticado usted al
Gobierno de los Estados Unidos. ?Tiene el CMI una posicisn antiamericana,
como piensan algunos?

R: El CMI no esta a favor ni en contra de ningzn gobierno. El Consejo siempre
ha sido consecuente al abogar por la justicia, el respeto de los derechos
humanos, la observancia de las leyes y las respuestas pacmficas a los
conflictos. Las iglesias tienen una responsabilidad moral y deben tener la
posibilidad de pronunciarse contra lo que creemos que es contrario a las
enseqanzas de Cristo.

En cualquier caso, las posiciones del CMI han coincidido con las de nuestras
iglesias miembros en los Estados Unidos, que han criticado con firmeza la
posicisn de su gobierno frente a Iraq, lo mismo que las iglesias de Gran
Bretaqa. El Comiti Ejecutivo del CMI alabs la valiente actitud de ambos
grupos de iglesias. Han hecho frente -como nosotros- a la clase de crmticas
que suele suscitar una actitud profitica frente a los poderosos.

P: Inmediatamente despuis del final de la guerra, alguien nos escribis
preguntando si usted personalmente tendrma el valor de ir a Bagdad para
explicar la posicisn del CMI al pueblo que sufrma oprimido por Hussein antes
de la guerra. ?Lo harma usted?

R: Si hubiera una invitacisn de las iglesias cristianas -o incluso de la
comunidad musulmana- de Iraq para ir y explicar la posicisn adoptada por el
CMI, yo estarma dispuesto a ir. Los puntos de vista del CMI se comunicaron a
las iglesias de Oriente Medio y a las de Irak durante la crisis en inglis y
en arabe. No se han adoptado istos al margen de tales iglesias, al contrario,
se formularon en cooperacisn y consulta con el Consejo de Iglesias de Oriente
Medio. Hasta ahora, todos los ecos recibidos de Iraq y de la regisn en
general indican que la posicisn del CMI se ha comprendido bien y se ha
apreciado. 

P: En cuanto a la relacisn entre el Occidente cristiano y el Oriente
musulman, las anteriores declaraciones del CMI advertman que la guerra
producirma una mayor desestabilizacisn de la regisn de Oriente Medio. Pero
ahora hay una "hoja de ruta" hacia la paz entre israelmes y palestinos, y
muchos piensan que la actuacisn enirgica en Iraq puede funcionar como
disuasoria de dictadores y terroristas. ?Qui opina usted?

R: La "Hoja de Ruta" es muy imprecisa y dista de ser ideal. Hay en ella
muchos elementos vagos y preocupantes. No obstante, abre una ventana de
oportunidad, aunque muy pequeqa, para una solucisn de dos estados. Es muy
importante que afirme claramente que la solucisn del conflicto se basarma en
las resoluciones 242 y 338 de las Naciones Unidas. La aplicacisn de estas
resoluciones significarma el final de la "ocupacisn que empezs en 1967" y
llevarma a la aparicisn de un "estado palestino independiente, democratico y
viable que conviviera en paz y seguridad con Israel y con sus demas
vecinos..." Ademas la "hoja de ruta" menciona la iniciativa de Arabia Saudita
suscrita por la Cumbre de Beirut de la Liga Arabe que ha instado a la
"aceptacisn de Israel como vecino por los estados arabes".

Como el "proceso de paz de Oslo", dice que palestinos e israelmes tendran que
negociar las cuestiones permanentes de estatus como fronteras, Jerusalin,
asentamientos, refugiados, etc., pero la "hoja de ruta" casi no hace mencisn
de estas cuestiones a lo largo del proceso. 

Esta todavma por verse que conduzca a ambos bandos a pasar de un proceso de
destruccisn mutua a una senda de beneficio mutuo. Hasta ahora, lo cierto es
que la guerra en Iraq no ha hecho mas estable la regisn, sino que ha
introducido nuevos factores de incertidumbre. 

Aunque la posicisn de las iglesias cristianas podrma en cierta medida haberla
limitado, subsiste la percepcisn entre muchas poblaciones musulmanas de que
la guerra es parte de una estrategia a largo plazo para reordenar el Oriente
Medio segzn los intereses occidentales: se asume la tesis del "choque de
civilizaciones" como semillero ideolsgico de la guerra. Si persiste esta
actitud, mayor es el peligro para la estabilidad en la regisn. 

P: El gigantesco movimiento contra la guerra no pudo impedirla, y las
iglesias fueron parte principal en este movimiento. Hay quien ve en este
hecho un indicio de que las iglesias institucionales son ineficaces e
irrelevantes en la sociedad de hoy. ?Cual es su parecer?

R: Si las iglesias en su participacisn en el movimiento contra la guerra
hubieran aceptado los mismos criterios de valoracisn que los gobiernos, su
intervencisn tendrma que considerarse ineficaz, porque no sirvis para cambiar
la determinacisn del Gobierno de los Estados Unidos de ir a la guerra. Pero
la protesta y la resistencia de las iglesias no apuntaban al objetivo
inmediato de impedir esta guerra particular, sino a impugnar la aceptacisn de
la guerra como instrumento normal de la polmtica de poder. 

A las iglesias no les interesaba -ni les interesa- en primer lugar la
efectividad pragmatica, sino que les movman motivaciones de fe y testimonio
como base de convicciones iticas fundamentales, aunque a primera vista pueda
parecer que su lucha se ha perdido. Sin embargo, la unanimidad de la protesta
de las iglesias ha reforzado su voz y realizado su papel moral en la
sociedad. Esto es mas importante que su poder institucional. 

P: El CMI y las iglesias de todo el mundo participaron en oraciones por la
paz, que al parecer no recibieron respuesta. ?Cree usted en el poder de la
oracisn?

R: La oracisn es ante todo el acto de volverse a Dios y dejar que Dios tome
posesisn de nuestros corazones y nuestras mentes. Sabemos que los
pensamientos de Dios  no son necesariamente como los nuestros y que Dios
puede responder a nuestras oraciones de maneras inesperadas. 

Una dimensisn muy importante de la oracisn es la intercesisn, el recordarse
unos a otros ante Dios reforzando asm el sentimiento de fraternidad
espiritual, especialmente con quienes estan expuestos a la guerra y la
violencia y son sus vmctimas. En el movimiento ecuminico abundan los
testimonios del poder de la intercesisn mutua. 

Para mas informacisn psnganse en contacto con la Oficina de Relaciones con
los Medios de Informacisn,  tel: +41(0)22 791 64 21 / (41 22) 791 61 53

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El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) es una comunidad de 342 iglesias,
procedentes de mas de 100 pamses de todos los continentes y de la mayor parte
de las tradiciones cristianas. La Iglesia Catslica Romana no es una iglesia
miembro pero mantiene relaciones de cooperacisn con el CMI. El srgano rector
supremo es la Asamblea, que se rezne aproximadamente cada siete aqos. El CMI
se constituys oficialmente en 1948 en Amsterdam (Pamses Bajos). Al frente del
personal del CMI esta su Secretario General, Konrad Raiser, de la Iglesia
Evangilica de Alemania.

Consejo Mundial de Iglesias 
Oficina de Relaciones con los Medios de Informacisn
Tel: (41 22) 791 6153 / 791 6421
Fax: (41 22) 798 1346
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